Un creador que lleva 60 años simultaneando el cine y la literatura, y apostando por la imaginación y la fantasía frente a la realidad y las formas narrativas usuales. Director, guionista, productor, escritor, periodista deportivo –firmaba sus crónicas bajo el seudónimo de Martín Girard– y actor, Gonzalo Suárez recibirá el Goya de Honor en Barcelona, ciudad en la que realizó sus primeras películas y publicó sus primeros libros.
“Me alegra mucho este premio porque abarca toda mi obra,
aunque siento añoranza de que no me pille haciendo cine. Me gustaría volver a decir ‘acción’ y ‘corten’
porque el cine es acción”, manifiesta este polifacético profesional que recibió
el Goya a Mejor Dirección por Remando
al viento, en 1989.
La Junta Directiva de la Academia ha decidido, por
unanimidad, otorgar este premio honorífico al veterano cineasta asturiano por
“una trayectoria desde la que ha desarrollado una filmografía sorprendente, en
la que ha experimentado con todos los géneros y desde todas las actitudes,
habiendo rodado cine experimental, cine comercial y adaptaciones literarias
propias y ajenas. Hombre clave en la cultura española de los últimos sesenta
años, es, además, un referente indudable de inteligencia y sentido del humor”.
El cortometraje Alas de tiniebla y el mediometraje El sueño de Malinche, son los
últimos trabajos profesionales de Gonzalo Suárez, que cuenta con una
filmografía en la que la experimentación y la narración se dan la mano en los
más de 20 largometrajes que ha firmado. “Salvo alguna excepción, no he vuelto a
ver mis películas. Si volviera
a empezar, haría lo mismo: inventar el cine o tratar de inventarlo y acabaría,
pues como lo he hecho. Para mí, el tiempo ha sido siempre la gran
incógnita: es un flash que es la vida entera y tratar de
capturarlo, bien sea con gestos que luego quedan, con momentos, o con luz, es
un desafío. Y esto es lo que más me apetece del cine y lo que más recuerdo de
determinadas películas”, reconoce.
Ditirambo,
El extraño caso del doctor Fausto, La Regenta, Morbo, Parranda, la
mítica Epílogo –Premio
de la Juventud del Festival de Cannes–, Remando al viento –Concha de Plata y Goya a Mejor
Dirección–, La reina anónima,
El detective y la muerte, Mi nombre es sombra y Oviedo Express, son algunos de los
títulos de Gonzalo Suárez, que lleva publicando libros desde 1963 y desde 1966
dirigiendo películas protagonizadas por Charo López, Francisco
Rabal, José Sacristán, Fernando Rey, Fernando Fernán-Gómez, Carmen Maura,
Aitana Sánchez-Gijón, Victoria Abril, Marisa Paredes, Maribel Verdú, Javier
Bardem, Carmelo Gómez, Ana Belén, José Luis Gómez, Carmen Sevilla, Hugh Grant,
María de Medeiros, Héctor Alterio y Donald Pleasence,
entre otros muchos.
“Con todos los intérpretes me he llevado bien. Y eso que me he obstinado siempre y
no he parado hasta no obtener aquello que buscaba”, declara el premiado, que
cumple 91 años. Actualmente se dedica más a la literatura –acaba de lanzar El
caso de las cabezas cortadas y de reeditar La suela de mis zapatos,
una recopilación de sus crónicas, reportajes y entrevistas del que fue el
precursor del nuevo periodismo–.
Nacido en Oviedo, en 1934, y propietario de una
filmografía marcada por la mezcla de géneros, de drama y humor, y la búsqueda
constante de la libertad creativa, en la trayectoria de este precursor de la
denominada Escuela de Barcelona, que estudió Filosofía y Letras y fue ojeador
de futbolistas a las órdenes de Helenio Herrera, también
figuran las producciones Aoom, Reina zanahoria, Don Juan en los
infiernos, El portero y la conocida serie de televisión Los pazos de Ulloa, entre otras.
La aventura, el ir más allá, ha marcado la vida de
Gonzalo Suárez. “La aventura de no saber dónde iba y así me fue, llegué a donde
no iba”, apostilla el creador, quien destaca que el cine “está más en manos de
las plataformas que de los productores de antaño que yo añoro como Emiliano
Piedra. Eran productores para los que las películas eran parte de sí
mismos, ponían el ánimo y la fuerza en un largometraje, y lo compartían sin
restarme libertad”.
Guarda un recuerdo “extraordinario” de la Barcelona de
los sesenta, donde empezó con el periodismo, la literatura y el cine.
“Enseguida me sentí muy acogido” en la ciudad en la que recogerá el Goya de
Honor, momento para el que no ha pensado en ningún discurso. “Prefiero
conectarme con la situación y decir lo que siento en ese momento”, expone el
cineasta, que sí tiene claro dónde colocará la estatuilla. “En un lugar
prominente de mi casa”.
Aficionado
al boxeo, Gonzalo Suárez tiene el Premio Nacional de Cinematografía 1991, la
Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Premio Luis Buñuel, y ha sido
nombrado Caballero de las Artes y las Letras de Francia y de la Orden de
Alfonso X el Sabio, la primera vez que se otorgaba esta condecoración a un
director de cine.